miércoles, 17 de agosto de 2016

NUEVO GOBIERNO, NINGÚN CAMBIO





Hace quince días asumió la jefatura del Estado y del país, un nuevo gobierno liderado por Pedro Pablo Kuczynski (PPK), ciudadano peruano-norteamericano de 77 años de edad (aunque renunció a la ciudadanía norteamericana, cumpliendo con las exigencias de su proselitismo; pero la cultura gringa, ni ninguna otra, se elimina o se pierde con la renuncia a la ciudadanía), y a la fecha, no hay ninguna novedad. Hasta podría concebirse que basta con la Policía Nacional del Perú, las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial, para que el país continúe su senda neoliberal. No hace falta ni el Congreso ni el Ejecutivo. El país camina solo.


Se confirma que el piloto automático, es una realidad.

Se ha comprobado que el país camina solo. Hasta ahora hemos presenciado del nuevo presidente, la sorna, los dichos y desdichos, la danza callejera, su participación en la multitudinaria marcha “Ni una menos”; hechos que no constituyen actos de gobierno, sino, actos de anfiteatro y comedias de entretenimiento de masas. 

A propósito de la marcha “Ni una menos” contra los feminicidios y todo tipo de violencia contra la mujer, es urgente implementar medidas legislativas y gubernamentales, más allá de la participación en ella. La participación de las autoridades en ésta marcha y en otras, es innecesaria, a excepción de los fines periodísticos y manejo de imagen, para entretener, como cuando observamos una función de títeres y marionetas. 

No se eliminará ni disminuirá las agresiones contra las cuales se marcha, porque participa en ella, el Presidente de la República y sus ministros. Como tampoco se luchará contra la informalidad, si se manifiesta que “… no me preocupa que haya un poquito de contrabando. ¿A quién le importa eso?”. En otros términos, PPK manifestó que Puno puede prosperar con un poquito de contrabando. Ello sí es el extremo de lo absurdo y descabellado.

Quince días de gobierno, y ningún proyecto de ley ha sido presentado al Congreso, a no ser que se haya hecho entre gallos y medianoche. Solo declaraciones de buenas intenciones y estimulantes para la esperanza y manutención de la buena fe de la ciudadanía, en los cambios señalados desde la campaña electoral: seguridad ciudadana, promoción del empleo, mejoras salariales, lucha frontal contra la corrupción, entre otros.

Realmente, el país camina solo; es un ejemplo de autogobierno nunca visto en esta patria tan fragmentada en toda su vida republicana. Paradójicamente, es un gran logro del neoliberalismo, jamás imaginado.

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