domingo, 14 de febrero de 2016

LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA (II)


En la Política de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior Universitaria, publicada el 26 de setiembre de 2015, se consigna la definición de calidad de la educación universitaria: “La calidad se define como el grado de ajuste entre las acciones que una universidad, programa académico o carrera lleva a cabo para implementar las orientaciones contenidas en su misión y propósito institucional y los resultados que de estas acciones consigue”.

Y el 24 de noviembre del mismo año, se publica la matriz de las condiciones básicas de calidad (CBC), que son 08. Una de estas CBC, es Líneas de Investigación a ser desarrolladas. Ésta condición contiene 03 componentes y 08 indicadores.

Los componentes son: (1) Líneas de investigación, (2) Docentes que realizan investigación, y (3) Registro de documentos y proyectos de investigación.

El primer componente implica no solo la existencia de líneas de investigación debidamente normadas y la existencia de un Órgano Universitario de Investigación; sino, presupuesto asignado a la investigación, así como un código de ética y políticas de protección de la propiedad intelectual.

El segundo componente, indica que la universidad debe contar con un padrón de docentes investigadores, registrados en el Directorio Nacional de Investigadores e Innovadores (DINA), que es una base de datos creada por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC). Para ser parte de esta base de datos, se necesita cumplir con ciertos requisitos que lo acrediten al inscrito, como investigador.

Y el tercer componente, tiene que ver con que la universidad cuente con documentos de investigación y publicaciones científicas, en el Repositorio Nacional Digital de Ciencia, Tecnología e Innovación de Acceso Abierto de CONCYTEC, denominado Acceso Libre a Información Científica para la Innovación (ALICIA), regulado el 5 de junio de 2013, mediante Ley N° 30035.

Concluyendo, el quehacer investigativo, es una de las condiciones que toda universidad debe cumplir a fin de considerar su servicio prestado, como un servicio de calidad. ¿Pero qué es investigación? Ya contamos con una definición: “Investigación es todo aquel estudio original y planificado que tiene como finalidad obtener nuevos conocimientos científicos o tecnológicos, la que puede ser básica o aplicada”. (Decreto Supremo Nº 006-2016-EF; publicado el 23 de enero de 2016).

Es relevante dos características en esta definición: originalidad y planificación; y obviamente, puede ser de 02 tipos: teórica (básica) o práctica (aplicada). Por supuesto, tiene la finalidad de “obtener nuevos conocimientos”, por lo tanto, la originalidad, es fundamental.

domingo, 7 de febrero de 2016

EL PLAGIO ES UN ASUNTO DE PROPIEDAD


El plagio es una acción que puede evidenciarse con total transparencia, y sin lugar a dudas. No es un hecho nebuloso, o un entretejido que no permite su identificación, o que amerita de expertos y especialistas a fin de determinar su cometido, y mucho menos es un tema exclusivo de los académicos o de instituciones académicas. Lo mismo que un crimen no es solo interés de la Policía, o la evasión tributaria es solo de interés de la SUNAT, o que una epidemia es solo de interés del Ministerio de Salud.

El plagio es un asunto de interés de la ciudadanía, en todo caso, debe serlo. Y para detectarlo o identificarlo, no se precisa de la intervención exclusiva de una institución educativa o de una comunidad de científicos o de instrumentos sofisticados para detectar material microscópico.

Si yo escribo “Perú es un proyecto en marcha que demanda del concurso de toda las personas que ocupan su territorio” y lo publico en una edición X, y alguien lo transcribe y no cita de acuerdo a alguna de las normas de publicaciones, entonces está cometiendo plagio. Es una omisión de la cita, sí; olvidó citarlo, sí; desconoce las normas de publicaciones, sí; pero es plagio. No tiene otro nombre más que plagio.

Y para detectarlo no necesito del auxilio de ningún experto, ni siquiera de un software antiplagio; con el acceso a la tecnología de hoy en día, basta con dominar a nivel usuario una computadora y conectada a internet. Lo que haría un software antiplagio, es economizar tiempo.

En suma, el plagio es un asunto de propiedad, de propiedad intelectual. Es un atentado contra una propiedad, en este caso, de ideas escritas; es hurto, es sustracción indebida de algo que pertenece a otro, es apropiación ilícita. ¿De qué se trata? De ser original.

Y así lo explica la Asociación Americana de Psicología APA (2010): “… existen principios éticos y legales básicos que subyacen en toda investigación y escrito académicos. Estos principios tradicionales están diseñados para alcanzar tres objetivos: (1) asegurar la precisión del conocimiento científico, (2) proteger los derechos y las garantías de los participantes en la investigación, y (3) proteger los derechos de propiedad intelectual.”.


¿Y qué debo hacer cuando transcribo un texto de otro autor para no ser acusado de plagio? Es simple: citar. Entre otras cosas, de acuerdo a las Normas APA, debe usarse comillas: “Se deben usar comillas para indicar las palabras exactas de otro. Cada vez que parafrasee a otro autor (resuma un pasaje o reacomode el orden de una oración y cambie algunas palabras), necesita darle crédito a la fuente en el texto”. Y luego, entre paréntesis, indicar el autor, y el año de la publicación. Además, indicar la fuente en el encabezado “Referencias”, al final de la publicación, considerando ciertos datos.